La búsqueda de patrones en la naturaleza es algo inherente en la especie humana, posiblemente porque nuestro cerebro esté diseñado para buscar orden y coherencia dentro de la incertidumbre que prevalece en muchos fenómenos que nos rodean.
Tal vez, inspirándose en esta premisa, investigadores mexicanos del Centro de Física Aplicada y Tecnología Aplicada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), están buscando predecir fenómenos complejos como la epilepia, los ciclos del Sol y los seísmos, a partir de una razón matematica llamada comunmente (aunque denote cierto mistisimo) proporción aúrea, o divina proporción o el número de oro.
La idea principal de esta investigación es hallar modelos y patrones para predecir con qué frecuencia se repetirá una crisis epiléptica a partir del estudio previo de las ondas del cerebro generadas por las personas, así como también encontrar soluciones matemáticas que nos digan con qué frecuencia se repetirá un seísmo a partir de un acontecimiento previo (podría aplicarse al caso de Japón, por ejemplo, donde se han repetido otra serie de seísmos a partir de aquél devastador del 11 de marzo), o bien crear modelos que nos digan cuál es la relación entre la actividad solar y cómo esta afecta al clima en la Tierra, entre muchas otras aplicaciones en el campo de la medicina, la física y la biología.
Ahora bien: en lo personal me sigue pareciendo un tanto difícil, inclusive utilizando la proporción áurea u otros instrumentos matemáticos, el hecho de poder predecir el comportamiento y las enfermades humanas, en las que intervienen no solamente factores biológicos, químicos y mecánicos (que son más fáciles de predecir), sino también factores psicológicos y sociales, que, por su condición, no pueden ser reducidos a cuestiones puramente mecánicas y deterministas.
Habrá que ver estar pendientes de hasta donde llegarán estas interesantes investigaciones.